12.- Palabras del alma




"Todo se consigue con dinero", esa fue la frase que Gilberto De la Fuente escuchó desde que era un niño... su padre la repetía constantemente y el pasar de los años le demostraría que era verdadera.

 

Dueño de una gran fortuna, Gilberto se acostumbró a comprar todo lo que podía con dinero, incluso el afecto de quienes lo rodeaban... si quería algo lo compraba... por ello él creó su propia frase: "todo tiene un precio".

 


Ahora Gilberto tenía un nuevo capricho... un capricho llamado Ricardo De Aragón.

 

El doncel tenía una deuda con el millonario varón y este estaba dispuesto a cobrar hasta el último centavo... aunque no fuera precisamente con dinero.

 

G: si no tienes dinero para pagarme, puedes hacerlo con tu cuerpo... abriéndome las piernas puedes ganar mucho más de lo que me debes...

 


Sintiendo su rostro arder, Ricardo contestó: eres un cerdo... jamás debí aceptar tu ayuda... será mejor que me vaya...

 

El doncel se dirigió a la salida cuando sintió que era tomado bruscamente por el brazo.

 

Gilberto atrajo a Ricardo hacia su cuerpo y mirándolo a los ojos le dijo: vas a pagarme lo que me debes ahora mismo... quítate la ropa o yo mismo te la arrancaré...

 

Ricardo comenzó a temblar al sentirse atrapado e intentó liberarse, pero sólo logró que Gilberto lo arrojara bruscamente a la cama.

 

Al comprender las intenciones del hombre, el rubio intentó levantarse, pero fue apresado por el cuerpo de Gilberto, quien se subió a la cama y se montó sobre Ricardo inmovilizándole cada una de sus manos.

 

R: por favor, no lo hagas... yo amo a Esteban, él es mi...

 

Con una mirada llena de lujuria, Gilberto interrumpió: y será por él por quien vas aceptar entregarte a mí... porque si huyes voy acabar con ese pintorcito de cuarta...

 

Al escuchar la ofensa hacia Esteban, Ricardo intentó liberarse nuevamente.

 

R: eres un desgraciado, déjame ir... déjame...

 

El hombre sonrió al ver que Ricardo luchaba por soltarse de su agarre, pero él era más fuerte.

 

G: sí, lucha por soltarte... me excito más cuando los donceles se resisten...

 

Sin esperar más, Gilberto arrancó la camisa de Ricardo, descubriendo ese sensual pecho de porcelana, el cual comenzó a acariciar y morder provocando gemidos en el doncel, que luchaba por no ceder a sus instintos.

 

R: no me toques... suéltame... déjame ir...

 

Sin hacer caso a las súplicas del rubio, el hombre continuó descendiendo con sus caricias hasta llegar a la cintura del doncel... Gilberto despojó a Ricardo de su pantalón y su ropa interior para finalmente tenerlo desnudo frente a él.

 

Al sentir su cuerpo sin ropa siendo recorrido morbosamente por la mirada de Gilberto, Ricardo intentó cubrirse... era la primera vez que sentía vergüenza de su figura.

 

G: eres un doncel muy hermoso... sin duda, podrías sacar mucho dinero con tu cuerpo... tengo varios amigos que pagarían lo que fuera por tenerte en su cama...

 

Nuevamente, Ricardo intentó escapar, pero fue arrojado bruscamente al lecho por Gilberto, quien también se quitó lo que tenía puesto para mostrar su desnudez sin pudor ante el rubio.

 


Ricardo no pudo evitar recorrer con la mirada, la figura de ese macho que mostraba una potente erección entre las piernas.

 

El doncel sintió terror al ver cómo Gilberto se subía a la cama mirándolo como un león a punto de devorar a su presa.

 

El hombre se metió entre las piernas del doncel y con su arma apuntando al objetivo, se incrustó dentro de Ricardo sin ninguna preparación, sin ninguna delicadeza, únicamente con deseo animal y primitivo.

 

R: aghhhhhhhhhhh…

 


Ricardo gritó al sentir la verga de Gilberto adentrarse en su intimidad, la cual únicamente había sido invadida por Esteban.

 

Al sentir que la boa de carne se abría camino entre los pliegues de su ano, Ricardo recordó cuando fue desflorado por Esteban... qué diferente había sido aquel momento... había dolor, pero también amor... mientras que ahora sólo era un acto de pasión y lujuria.

 

Gilberto disfrutaba enormemente empujar su miembro viril en el culo del doncel, pero gozaba aún más ver el dolor reflejado en el rostro de Ricardo... sentía satisfacción de humillar a ese doncel engreído y altanero.

 


Con los ojos cerrados, Ricardo sentía cómo su intimidad era llenada por ese miembro de grosero tamaño y grosor.

 

Una vez que el trozo de carne dejó de entrar, Ricardo abrió los ojos y se encontró con el rostro cínico de Gilberto, quien sonreía satisfecho de tenerlo totalmente empalado y con los huevos chocando con sus nalgas.

 

Con lágrimas en los ojos, Ricardo dijo: te odio...

 

Sin dejar de sonreír, Gilberto respondió: perfecto... prefiero que me odies, porque así no podrás sacarme de tu mente, nunca...

 

Gilberto desenfundó su espada, sólo para volverla a introducir dando inicio a un violento mete y saca.

 


Más que gemir, Ricardo gritaba por el dolor de ser violado por un hombre que no le tenía ninguna consideración, únicamente lo trataba con un muñeco para autocomplacerse.

 

El doncel suplicaba: no más... no más...

 


Cegado por el deseo, Gilberto tapó la boca de Ricardo con una de sus manos sin dejar de taladrar su maltrecha intimidad.

 

G: aunque lo niegues, te gusta que te lo haga así... te gusta ser tratado como lo que eres... una perra... una perra hambrienta de sexo...

 

Con el rostro bañado en llanto y sin poder gritar, Ricardo sólo gemía soportando el inmenso dolor.

 

R: mmmhhhhggggggghhhhhh...

 


El rubio se aferraba a las sábanas intentando que el dolor fuera menos, pero de nada le servía... deseaba que ese terrible acto terminara pronto, pero Gilberto era un experto amante y no quedaría satisfecho hasta saciar sus más bajos instintos.

 

Ricardo tuvo que soportar las crueles embestidas del macho por muchos minutos, que le parecieron siglos... hasta que después de sentir que Gilberto aceleraba sus penetraciones, finalmente anunció su corrida.

 

G: ahhh... voy a venirme... voy a venirme...

 

Y así fue, el pene de Gilberto se engrosó aún más en el interior de Ricardo, para después bañar las entrañas del doncel con abundante líquido seminal.

 

Al percibir que su cuerpo era inseminado, Ricardo se sintió aún más humillado, pero no podía hacer nada... la superioridad del macho lo había sometido y él ya sólo era un doncel más en la amplia colección de Gilberto De la Fuente.

 

Una vez que Gilberto terminó de eyacular, se arrojó pesadamente a un lado de Ricardo, quien de inmediato cerró sus piernas y se acostó de lado evitando darle la cara al hombre que acaba de violarlo.

 


Gilberto aún resoplaba por la excitación del momento vivido y dijo: ahhh... tu culo me dio tanto placer... vale cada centavo de lo que pagué por él... deberías de darle mejor uso a lo que tienes...

 

Ricardo no respondía, únicamente escuchaba y temblaba de rabia y dolor.

 

El hombre añadió: bueno, ya estoy satisfecho y ahora quiero dormir... mañana tendré un día largo... recoge tus cosas y lárgate... tu deuda ya está pagada...

 

Al escuchar esas palabras, Ricardo sintió como si le escupieran en la cara, sin embargo no se movió.

 

G: ¿no me escuchaste?... lárgate ya... jamás dejo que mis putas duerman en mi cama...

 

Sin aguantar más las humillaciones, Ricardo se incorporó de la cama soportando el gran dolor que tenía en su intimidad y sintiendo cómo el semen del macho se escurría entre sus piernas.

 

Gilberto sonrió complacido al ver a Ricardo vistiéndose rápidamente para marcharse.

 

En cuanto el doncel estaba a punto de salir por la puerta, el hombre dijo: espera...

 

Gilberto tomó la cartera de su buró y sacó varios billetes de alta denominación.

 

G: toma, llévate esto... es para el taxi y también tu propina...

 

Ricardo cerró sus puños deseando abalanzarse sobre el lujurioso hombre y pegarle, pero no estaba en posición de hacerlo... por primera vez en su vida, él era quien tenía que agachar la cabeza.

 

Al ver que Ricardo no se movía, Gilberto arrojó los billetes al suelo y dijo: tómalos o vete de una vez... tú decides...

 

El hombre se acostó para dormirse sin decir más... por un momento, Ricardo pensó en irse sin el dinero, pero recordó que Esteban no podría trabajar en un buen tiempo, por lo que se agachó para tomar los billetes y guardarlos dentro de su pantalón.

 

Ricardo se fue y dentro de su cama, Gilberto sonrió al notar que se había llevado los billetes... minutos después, el hombre se durmió muy satisfecho.

 


Poco tiempo más tarte, Ricardo regresó a su humilde vivienda y entró para encontrarse con Esteban durmiendo... el pintor no había notado la ausencia del doncel.

 

Ricardo se acercó a Esteban y lo observó dormir por largo tiempo... después comenzó a desvestirse para acostarse y al quitarse el pantalón sacó los billetes que Gilberto le había dado.

 

El rubio arrugó los billetes lleno de coraje y se metió al baño rápidamente para dar rienda suelta a su dolor.

 

Sentado en una esquina, el doncel lloró hasta que no salían más lágrimas de sus ojos... era un llanto mezcla de dolor, ira e impotencia... esa noche, Ricardo De Aragón había vivido la mayor humillación de su existencia y no podría olvidarlo jamás.



**********

 

Otro día llegó en el pueblo de Santo Domingo y Cristian se encontraba en la cocina de la mansión Valencia bebiendo un vaso de agua cuando doña Teresa entró.

 


El doncel dijo: buenos días señora...

 

Caminando firmemente con su bastón, la agria mujer respondió: es un milagro verte en la cocina... ¿cuándo será el día que te vea preparando algo de comer para tu marido?

 

C: lo siento, pero no sé cocinar...

 

Con un gesto de sarcasmo, la anciana contestó: ja... qué buena educación les dio tu madre... tú, un doncel que no sabe cocinar y el otro... bueno, del otro mejor ni hablemos...

 

Queriendo evitar una discusión innecesaria, Cristian pensó que lo mejor era retirarse: con permiso señora, será mejor que me vaya...

 

T: espera Cristian... no pienses que esto te lo digo porque te desprecie o quiera amargarte el día... si lo hago es por tu bien...

 

El doncel se detuvo en el marco de la puerta de la cocina y cuestionó: ¿por mi bien?

 

T: sí... aunque has sido esquivo conmigo... desde que llegaste a esta casa te he observado... he visto cómo mi nieto te mira y cómo cede ante ti... eso sólo puede ser porque a pesar de todo eres un buen doncel... creo que el que Ricardo se haya ido, fue algo bueno para mi nieto... creo que tú eres un mejor doncel que tu hermano...

 

Cristian se extrañó ante las palabras de la anciana sin alcanzar a comprender lo que ella quería decirle.

 

C: no la entiendo señora...

 

T: Cristian, creo que eres un buen doncel... eres atractivo y serio, pero eso no es suficiente para retener a un hombre... Francisco es un hombre que cualquier mujer o doncel desearía... si tú no eres más cariñoso con él, si no te muestras más interesado por complacerlo, él terminara por buscar en alguien más lo que no encuentra bajo su casa...

 

C: doña Teresa, recuerde que yo...

 

La anciana chocó su bastón con el suelo e interrumpió al doncel: no, déjame terminar... ya sé lo que vas a decirme, que tú no pediste nada de esto y que te educaron para otro tipo de vida... eso ya lo sé... pero las cosas son como son y tú ya no puedes cambiarlas... tú ahora eres el doncel de mi nieto y tu única responsabilidad es preservar el apellido de esta familia... dentro de ti deberás llevar al futuro heredero de todo esto...

 

Cristian se acercó a la mujer y dijo: ¿por qué me atormenta con eso doña Teresa? ¿por qué me hace sentir como un objeto que por lo único que vale es por quedar embarazado?

 

T: porque para eso te compré para mi nieto... pero a pesar de todo, deseo que Francisco sea feliz a tu lado y no podrán serlo si tú no pones de tu parte...

 

Cristian vociferó: ¿y qué quiere que haga? yo fui educado para ser religioso... para servirle a Dios y no a un hombre... no sé qué hacer en esta situación...

 

T: sé más complaciente o Francisco terminara por buscar las caricias de alguien más... y entonces sí que vivirás un calvario... el calvario de vivir dentro de una casa en la que no eres más que un objeto de procreación... porque habrás de tener los hijos de Francisco, eso es un hecho, pero si sigues comportándote como hasta ahora, no tendrás su corazón... y un día terminarás por arrepentirte de no haber hecho nada por ganártelo...

 

Cristian no supo qué responder y vio cómo la mujer caminó rumbo a la salida de la cocina... de repente, un mareo casi la hace desfallecer.

 

Asustado, Cristian sostuvo a la anciana y le dijo: ¿qué le pasa doña Teresa? ¿se siente mal? ¿quiere que llame a un médico?

 

Irguiéndose rápidamente, la orgullosa mujer respondió: no me pasa nada... son los años que ya me pesan demasiado...

 

Con rostro preocupado, el doncel insistió: ¿está segura? me preocupa no llamarle a un médico...

 

Teresa suavizó su duro semblante y dijo: por lo único que debes preocuparte es por darme ese heredero que tanto anhelo... más que a la muerte, a lo que temo es morir sin conocer el nieto de Francisco...

 

La mujer salió de la cocina dejando a Cristian con un rostro desencajado y atormentado.

**********

 

La noche cayó y Francisco regresó de trabajar encontrándose con Cristian dentro de su habitación... como siempre con semblante triste y dubitativo.

 

El guapo ojiazul preguntó: cuándo será el día que entre a mi habitación y me encuentre a un doncel sonriente y con los brazos abiertos por mi llegada...

 


Cristian miró al varón y contestó con un dejo de ironía: discúlpame por no ser el doncel que esperabas, pero no era conmigo con quien debías casarte...

 

F: sí... ya sé que con quien debí casarme es con tu hermano, pero él eligió otro camino... seguramente ahora es más feliz en donde está porque está con quien él quiere... el problema es para nosotros, que tenemos que vivir juntos y para ti vivir conmigo es casi un calvario...

 

C: por favor Francisco, no me reclames... habíamos quedado en que serías paciente...

 

F: y lo he sido... ¿acaso te he obligado a estar conmigo desde la última vez que hicimos el amor?

 

C: no, te has comportado como un caballero...

 

F: sí, un caballero que todas las noches duerme en el sillón de su propia habitación...

 

C: pues si lo prefieres... yo duermo en el sillón y tú duerme en la cama...

 

Francisco comenzó a quitarse la ropa del trabajo para ponerse más cómodo al tiempo de decir: no se trata de eso Cristian... se trata de que quiero que tú y yo llevemos una vida normal... como la de una pareja de casados... sabes que a cada momento, mi abuela me presiona para que te deje preñado... si ella supiera que hace días que no te toco, ya me hubiera desheredado...

 

C: ¿y estarías dispuesto a tomarme a la fuerza sólo para cumplir con el capricho de tu abuela?

 


Francisco respondió con firmeza: no es un capricho... mi abuela no pide nada más que algo natural en una pareja y yo no te estaría tomando a la fuerza... como mi doncel tienes obligaciones y yo únicamente estaría tomando lo que me corresponde...

 

C: y si no lo hago ¿qué?... ¿buscarás a otro doncel para saciar tus necesidades? ¿eso es lo que quieres decirme?

 

F: lo que quiero es que entiendas, que estoy siendo muy paciente, pero no soy de piedra Cristian... y simplemente no veo que avancemos...

 

El doncel intentó responder, pero un nudo en la garganta le impidió decir algo.

 

F: bueno, será mejor que me duerma... hoy fue un día muy pesado y estoy cansado...

 

El varón se dirigió al sofá en el que dormía para acostarse cuando Cristian habló: espera...

 

F: ¿qué pasa?

 

Con las mejillas teñidas de rojo, el doncel dijo tartamudeando: s-si quieres... p-puedes dormir en la cama...

 


F: de ninguna manera permitiré que tú duermas en el sillón...

 

C: n-no lo haré... yo también dormiré en la cama... no hay problema que duermas a mi lado mientras tú no... me toques…

 

Francisco sonrió ante el gesto de su doncel y dijo: te lo agradezco, pero es que si te tengo tan cerca, no podría prometer no hacerte nada... tu aroma a rosas, me excita...

 


Cristian se puso rojo como un tomate al escuchar eso y dijo: Francisco, por favor...

 

El varón se acostó en el sillón y dijo: no te preocupes, duerme tranquilo... yo dormiré en esa cama cuando tú me recibas dispuesto a dormir con tu cabeza sobre mi pecho y rodeado por mis brazos...

 

Cristian no dijo más y prefirió acostarse a dormir... sin embargo, Francisco sonrió en su lecho, ya que al menos esa noche el doncel había accedido a dormir a su lado... el problema es que el varón no deseaba simplemente dormir.

**********

 

Al día siguiente, Cristian bajaba las escaleras de la mansión Valencia cuando fue interceptado por Francisco, quien le preguntó: ¿a dónde vas con tanta prisa?

 

C: buen día Francisco… quiero ir al panteón a visitar la tumba de mi papá ¿puedo ir?

 

Sonriendo por la docilidad del pelinegro, el ojiazul respondió: claro que sí, es más yo voy contigo…

 

C: pero seguramente tú tienes cosas más importantes que hacer y yo quizás me demore porque quiero rezarle un rosario a mi papá…

 

Acercándose a Cristian, el varón añadió: hoy estoy desocupado… y quiero acompañarte… vamos…

 

A regañadientes, Cristian aceptó y poco después él y Francisco estaban de pie frente a la tumba de Teodoro De Aragón.

 

Con un rosario en la mano, el doncel le rezaba a su papá, mientras el varón únicamente observaba en silencio.

 

Cuando Cristian terminó su oración, le preguntó al ojiazul: ¿tú no rezas?

 

F: no, nadie me enseño a hacerlo… creo que eso es más propio de donceles y mujeres…

 

C: te equivocas, rezarle a Dios es propio de todos, porque Dios es padre de mujeres, donceles, hombres y de todos los seres vivos…

 

Con una leve sonrisa, el ojiazul contestó: tienes razón… quizás algún día puedas enseñarme a hablar con Dios…

 

El doncel habló con dulzura: cuando quieras… lo haré con mucho gusto…

 

Francisco y Cristian se alejaron de la tumba de Teodoro y mientras caminaban por los pasillos del panteón, el doncel se detuvo y dijo: espera, ya que estamos aquí ¿no quieres que vayamos a la tumba de tu papá? Si quieres podemos rezarle a él también…

 

F: no es necesario… mi papá, así como toda mi familia, no era religioso…

 

El doncel miró a los ojos del varón y cuestionó: Francisco, ¿por qué casi nunca hablas de tus papás?

 

Con sinceridad, el ojiazul respondió: porque no tengo mucho que decir… la historia de mis papás no es la historia de un gran amor… yo soy el hijo ilegitimo de Manuel Valencia… la esposa legítima de mi padre no podía darle descendencia y él se involucró con mi madre para poder tener un hijo, pero nunca la amo realmente, quizá la quiso, pero no la amo…

 

Cristian guardó silencio por unos instantes al escuchar por primera vez de labios de Francisco, la historia de su familia.

 

El pelinegro agregó: ¿y tú mamá? ¿qué piensas de ella? ¿la juzgas por lo que hizo?

 

Sin contestar inmediatamente, Francisco tomó de un brazo a Cristian y lo llevó hasta una banca de cemento, donde se sentó junto a él.

 

Mirando a los profundos ojos negros del doncel, el varón dijo: mi madre se llamó Cecilia y para mí fue la mejor mamá del mundo… no importa las condiciones en que haya conocido a mi padre, ella sí lo amaba y yo sé que me concibió con todo el amor del mundo…

 

Escuchando con atención las palabras que salían del alma de Francisco, el doncel dudó en preguntar: ¿cómo murió tu mamá?

 

F: se enfermó y falleció, casi no me gusta hablar de ello… lo que si puedo decirte, es que si mi madre viviera yo jamás hubiera dejado San Juan de la Costa, me habría quedado a su lado, sin importarme la herencia de los Valencia, ni nada…

 

El doncel asintió comprendiendo los sentimientos del varón, quien también preguntó: ¿y tú Cristian? ¿qué piensas tú de tu mamá? ¿la quieres a pesar de saber que ella te vendió con mi familia?

 

Tras guardar un breve silencio, el doncel contestó sinceramente: la relación entre mi madre y yo siempre ha sido difícil… a veces he llegado hasta a pensar que no me quiere, pero luego pienso que exagero… el caso es que a mí no me corresponde juzgar sus actos… es mi madre y Dios nos dicta que debemos amar a nuestros padres sean como sean…

 

Satisfecho con la respuesta del doncel, el ojiazul añadió: eres muy noble Cristian… dime una cosa, ¿qué clase de madre piensas ser tú cuando lo seas?

 

Incómodo por la pregunta, Cristian demoró en responder: pues… si algún día tuviera un hijo, le daría todo el amor del mundo… lo protegería, lo mimaría, intentaría ser el mejor de los padres para él…

 

Sonriendo, Francisco dijo con voz gruesa: estoy seguro que lo serás… estoy seguro que amarás con todo tu corazón a mi hijo, a NUESTRO hijo…

 

Cristian se ruborizó ante las palabras del varón, quien miraba fijamente a los ojos del doncel.

 

Lentamente, Francisco fue acercando su rostro al de Cristian, quien sentía que su corazón latía tan fuerte, que seguramente el varón podía escuchar sus latidos.

 

Cuando los labios del ojiazul estaban por probar la miel de los labios de Cristian, el doncel cortó el momento levantándose rápidamente.

 

C: regresemos a la casa, por favor…

 

El pelinegro caminó presurosamente a la salida del camposanto mientras que Francisco sonrió levemente… por un lado se sentía decepcionado por no haber podido besar a Cristian, pero por otro sentía que el doncel comenzaba a bajar sus barreras, aunque fuera solo un poco. 


Por primera vez, ambos habían abierto su corazón y hablado con palabras que salían del alma.


**********

 

Más tarde, en la comida, doña Teresa le comunicaba algo a su nieto.

 

T: el mayor de los hijos de la familia San Román se casará muy pronto y nos ha enviado la invitación para que acudamos a su fiesta de compromiso... será una cena baile en el pueblo de Santo Tomás...

 

F: ¿y cuándo será?

 

T: este sábado... tienes que acudir, ellos hacen negocios muy importantes con nosotros... además que ahí estarán las familias más importantes de la región...

 

F: supongo que tú también irás abuela...

 

T: por supuesto que no... yo ya estoy demasiado vieja para esos trotes, pero tú y tu doncel tienen que ir...

 

Cristian, quien comía en silencio, abrió sus ojos grandemente al escuchar a doña Teresa... el gesto no pasó desapercibido para Francisco.

 

F: ¿ya escuchaste Cristian? este fin de semana tenemos un baile al cual asistir...

 

C: p-pero yo... no conozco a nadie de esas personas y además Santo Tomás queda algo lejos... preferiría quedarme si no te molesta...

 

Doña Teresa intervino de inmediato: por supuesto que no... tú tienes que ir Cristian... Francisco ya es un hombre casado y todos los caballeros asistirán con sus esposas o donceles... Francisco será el hazmerreír de todos si llega solo...

 

Cristian contestó con un poco de altanería: pues entonces acompáñelo usted... son sus amistades después de todo...

 

Teresa alzó la voz: ya dije que no iré... estoy vieja y cansada, pero Francisco sí tiene que ir y tiene que hacerlo acompañado de su doncel...

 

El delicado pelinegro iba a insistir en no ir, cuando Francisco habló con firmeza: esta vez mi abuela tiene razón... Cristian, tienes que acompañarme a esa fiesta... es un compromiso importante y tú eres mi doncel, es tu deber ir conmigo...

 

C: pero Francisco... yo soy muy tímido y nunca me han gustado ese tipo de fiestas... por favor no me obligues a ir... además ni siquiera tengo que ponerme...

 

F: la ropa no es problema... te compraré lo que haga falta, pero tienes que ir conmigo... como dice mi abuela, todos los hombres casados llevarán a sus parejas... yo no puedo ir sin ti... si en algo me estimas y me respetas, accederás a ir conmigo sin que te obligue...

 

Cristian no pudo más que agachar la cabeza y decir: está bien... si me necesitas en esa fiesta, iré...

 

Francisco tomó la suave mano de su doncel y la besó tiernamente mientras que doña Teresa sonreía satisfecha por lograr su propósito.

**********

 

El sábado llegó y Cristian se mostraba muy nervioso dentro de su habitación, donde Lupe le terminaba de cepillar el cabello.

 

Mirándose al espejo, el doncel preguntó: ¿crees que me veo bien?

 

L: luce hermoso, joven... el señor Francisco se sentirá muy orgulloso de llevarlo como su acompañante a esa fiesta...

 

C: no exageres Lupe... quizás me veo bien, pero tampoco hermoso... para donceles hermosos mi hermano Ricardo... él sí que es bello... cualquier persona que lo veía admiraba su belleza... yo nunca pude competir con él...

 

L: pues yo no conozco a su hermano y no dudo que sea un doncel muy bello, pero usted no se queda atrás... esta noche siéntase muy seguro de que enorgullecerá a su marido...

 

La conversación fue interrumpida por la entrada de Francisco, quien vestía un esmoquin negro, luciendo elegante y gallardo.

 


F: Cristian ¿ya estás listo?

 

El doncel se puso de pie rápidamente y acicaló su cabello de manera disimulada.

 

C: S-sí, Lupe estaba terminando de peinarme...

 

Los ojos de Francisco se posaron en el doncel, quien lucía ataviado con un traje de color negro, que resaltaban el azabache de su cabello y su profunda y enigmática mirada.

 


Sonriendo, Lupe salió de la habitación y Cristian preguntó con inseguridad: ¿pasa algo? ¿no me veo bien?

 

El varón se acercó y tomando al doncel por la cintura le dijo mirándolo a los ojos: luces... espléndido... te ves tan bello como el día de nuestra boda... creo que aún más porque ahora estás entre mis brazos...

 

Reacio como siempre, Cristian se separó de Francisco: no te burles de mí... estoy muy nervioso...

 

F: no entiendo por qué... eres un doncel de buena familia... no creo que nunca hayas ido a este tipo de eventos...

 

C: por supuesto que he ido, pero nunca me agradaron... las personas sólo se fijan en las apariencias y yo nunca he sido tan superficial... además es la primera vez que asistiré como un doncel casado...

 

F: precisamente por eso no debes estar nervioso... porque yo estaré contigo todo el tiempo... cuidándote y protegiéndote... a mi lado, nunca debes de temer...

 

Cristian no supo qué responder y sólo vio cómo Francisco le ofrecía su brazo para salir con él de esa habitación… posteriormente abordaron su coche rumbo al pueblo de Santo Tomás, donde se llevaría el baile de compromiso.

**********

 

Cerca de las siete de la noche, cuando el manto de estrellas ya cubría a todas las casas de San Tomás, Francisco y Cristian hicieron su arribo al amplio salón donde se celebraba la cena-baile.

 

Aferrado al fuerte brazo de Francisco, Cristian entró al lugar, donde los ya presentes lo observaron y escudriñaron de arriba a abajo... no era una sensación cómoda, pero el doncel sabía que así eran las cosas en las fiestas de alta sociedad.

 

Pese a pertenecer al mismo gremio, Cristian siempre se mantuvo alejado de estos eventos, él se casaría con Dios y debía de mostrar humildad... quién le diría que terminaría formando parte de este tipo de fiestas al lado de un hombre... al lado de su marido.

 

Acompañando a Francisco, el doncel saludó a los anfitriones de la fiesta, así como a muchos otros invitados, quienes sonreían cortésmente al heredero de la familia Valencia y a su distinguido esposo.

 

Poco después, Cristian ya estaba harto de fingir sentirse bien en un lugar que le incomodaba junto a gente frívola e interesada.

 

Francisco notó la incomodidad de su doncel y le dijo: ¿qué te pasa? ¿tan pronto te aburriste?

 

C: no estoy aburrido... sólo estoy incómodo... no me siento en mi ambiente...

 

F: y ¿cuál es tu ambiente? ¿un convento lleno de monjes?

 


C: no te burles Francisco, aunque no me creas... yo prefiero estar con personas sencillas y no en medio del oropel y la hipocresía...

 

Francisco sonrió y acercándose a Cristian como si fuera a darle un beso, le susurró: te entiendo, yo también pienso lo mismo de esta gente...

 

C: ¿tú también te sientes incómodo? pues lo disimulas muy bien...

 

F: es porque tengo que hacerlo... tengo que fingir que todos aquí me agradan... y lo mismo hacen ellos… sólo ven en mí a un bastardo que se quedó con la herencia de la familia Valencia... supongo que también piensan que gracias a eso me acompaña alguien tan distinguido como tú...

 

C: yo no soy nadie distinguido...

 

F: naciste en el seno de una familia de abolengo... eso te hace mejor yo... o por lo menos eso es lo que aquí creen...

 

C: y ¿qué es lo que tú crees?

 

F: creo que las personas valen por lo que llevan en su corazón y no en sus bolsillos... y también creo que todos aquí son un nido de víboras e hipócritas...

 

Cristian sonrió alegremente complacido por la respuesta del gallardo varón.

 


Francisco acarició el mentón de Cristian y dijo: pocas veces te he visto sonreír y me encanta lo hagas... quisiera verte siempre así, sonriendo...

 


El doncel no alcanzó a responder, ya que el momento fue interrumpido por la aparición de un elegante caballero.

 

"Buenas noches Francisco, es un gusto saludarte", dijo el hombre que ya lucía varias canas en su cabello, sin embargo aún conservaba los rasgos de haber sido un apuesto varón en su juventud.

 


Francisco sonrió ante su llegada y expresó: don Bernardo, qué gusto verlo...

 

Ambos hombres estrecharon sus manos fuertemente y con genuina alegría... los ojos del viejo hombre repararon en el doncel, que lo miraba con extrañeza.

 

B: y este lindo doncel que te acompaña ¿quién es?

 

Francisco engrosó la voz y habló con orgullo: este doncel es mi esposo... se llama Cristian De Aragón...

 

Dirigiéndose al doncel, Francisco dijo: Cristian, te presento a don Bernardo Arteaga, él es un amigo de la familia y alguien que no entra dentro de la categoría de la hablábamos hace unos instantes...

 

El doncel entendió lo que Francisco quiso decirle y extendió su mano hacia el hombre mayor: es un placer conocerlo... mucho gusto...

 

Con una franca sonrisa, Bernardo respondió al gesto: el gusto es mío bello doncel... sabía que Francisco se había casado, pero no pensé que tuviera tanta suerte al desposar a un jovencito tan distinguido como usted...

 

Tímidamente, Cristian respondió: muchas gracias señor...

 

Francisco agregó: de hecho, lamenté que no haya podido llegar a mi boda don Bernardo...

 

B: yo también lo sentí mucho hijo, pero comprenderás que la muerte de mi esposa aún está reciente y tanto para mi hijo como para mí era difícil acudir a cierta clase de eventos...

 

F: lo entiendo perfectamente... y su hijo ¿viene con usted?

 

B: sí, debe haberse entretenido platicando con alguien... ese muchacho siempre encuentra alguien con quien distraerse...

 

F: bueno, don Bernardo, tengo algo que hacer... le encargo un momento a Cristian... sé que con usted queda en excelentes manos...

 

Sonriendo, Bernardo respondió: ve, tranquilo... yo te cuido a tu preciada joya...

 

Francisco se retiró con rumbo al baño, sin darse cuenta que alguien lo observaba a distancia.

 

Mientras tanto, Bernardo le preguntó a Cristian: escuché que tu apellido es De Aragón... ¿tú eres del mismo pueblo que los Valencia?

 

C: así es... yo soy de Santo Domingo, ¿lo conoce?

 

B: por supuesto, yo viví ahí muchos años, claro cuando era joven... ¿entonces eres hijo de Magdalena?

 

C: sí, de Magdalena y Tedoro De Aragón ¿conoció a mi papá?

 

B: eh... este... sí, poco, pero lo conocí... ¿acaso él ya murió?

 

C: sí, murió cuando yo era niño...

 

B: ¿y tu madre?

 

C: ella está bien, gracias a Dios... está sana y aunque ya es una mujer mayor, aún se conserva muy guapa...

 

B: sí, lo sé... Magdalena, tu madre, siempre fue una mujer muy bella...

 


Entre tanto, Francisco salió del baño y se dirigía de regreso al salón cuando una voz lo detuvo.

 

"Francisco, qué sorpresa encontrarte aquí"

 

El ojiazul volteó a ver de quién se trataba y se sorprendió al encontrarse frente a frente con el doncel que amara en su adolescencia... el doncel que lo dejó por irse con otro hombre que le ofreciera un mejor futuro.

 

F: ¿Giovanni? ¿tú aquí?

 

Giovanni, un doncel de tez blanca y complexión delgada, de cabello rizado y castaño, de rasgos delicados y ojos color aceituna... con una sonrisa que denotaban frivolidad y cinismo.

 


F: ¿con quién vienes?

 

Giovanni se acercó al ojiazul y le dijo: eso no importa... lo que importa es haberte encontrado precisamente aquí... nunca pensé que estarías en un lugar como este...

 

F: supongo que porque crees que sigo siendo aquel pobre muerto de hambre que abandonaste por otro que te diera todo lo que querías y yo no podía darte ¿verdad?

 

G: por favor Paco, las cosas no son como tú crees...

 

F: son exactamente como yo creo... y no me digas Paco, el muchacho inocente que dejaste en San Juan de la Costa ya no existe... ahora soy Francisco Valencia...

 

G: ¿Valencia?

 

F: sí, ese es el apellido de mi padre... un hombre millonario del pueblo de Santo Domingo, quien al morir me dejó como único heredero de su fortuna...

 

Los ojos de Giovanni se abrieron grandemente al escuchar al varón.

 

F: sí, Giovanni, ya no soy el humilde pescador que se enamoró como un loco de ti... ahora soy un hombre rico ¿y tú?

 


Agachando la mirada, el doncel respondió: yo vengo acompañando a un hombre de alta sociedad...

 

F: ¿un doncel de compañía? ¿en eso te convertiste?

 

Giovanni miró a los ojos a Francisco y dijo: no me juzgues tan duramente... tú sabes todas las carencias con que vivía en San Juan de la Costa... tenía derecho a buscar algo mejor...

 

F: pues te felicito... espero que lo hayas logrado... con tu permiso, alguien me espera...

 

El varón iba a marcharse cuando Giovanni lo detuvo del brazo.

 

G: espera Francisco, aunque no lo creas, yo... yo no he podido olvidarte... yo aún te quiero...

 

El ojiazul rio con ironía: por favor Giovanni... no esperarás que yo te crea... te repito que ya no soy el chico inocente de San Juan de la Costa...

 

Giovanni se acercó peligrosamente a Francisco y le susurró: yo tampoco soy el mismo... lo único que no ha cambiado, es lo que alguna vez sentí por ti... déjame demostrártelo...

 

El doncel no esperó más y besó en los labios a Francisco, quien no pudo oponer resistencia ante la caricia de ese amante del pasado.

 

En ese instante, Cristian apareció quedando sorprendido de la escena que veía... no podía creer que Francisco, su marido, estuviera besándose con otro doncel.



Continuará...

11 comentarios:

  1. Algo en tu cara me fascina algo en tu cara me exita francisco pero te pasaste de pendejo osea a esa perra la boto para aun lado joder respetate mano ashhh ojala Cristian este preñado eso seria bueno ehhh espera q no le perdona tan fácil esa infedelidad joder.. El de Ricardo se lo merece jajajaj me rei refeo en su situación jaa. Se q no debo reírme en las desgracias de ese personaje pero no me agrada como personaje así q q va... Espero la continuación muy pronto por q uno no sabe cuando te puede llegar el coronavirus o me mate

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    1. Aún no sabemos cómo va reaccionar Francisco en esta situación, espera al próximo capítulo... respecto a Ricardo, es un personaje complejo, ya que algunos pueden llegar a odiarlo y otros a comprenderlo, sin embargo es pieza clave en la historia y si lo odias, creo que te va hacer vivir varios entripados en el futuro... y gracias al coronavirus por fin tuve tiempo de escribir, algo bueno tenía que salir de todo esto... cuídate, saluditos y gracias por comentar ;)

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  2. Cristián tiene una conversación con la abuela de Francisco y ella le dice que tiene que cambiar su actitud o su nieto se buscará a alguien que le dé lo que no tiene en su casa... Cristián no puede evitar sentirse usado como un objeto que solo sirve para procrear y darle herederos...
    Francisco llega y tras una charla donde se refleja que lo ha respetado en todas esas noches, Cristian acepta que duerma en la misma cama pero Francisco teme no poder resistir la tentación...
    Les llega la invitación a una cena de compromiso y ambos iran...

    Ricardo es violado por quien le dio el dinero para costear la operación de Esteban y se siente humillado en su orgullo... pagó la deuda a un alto costo...

    En la velada Cristian se siente mal de ver tanta frivolidad, Francisco le dice que él opina lo mismo pero que debe tratarlos por negocio... Cristian ríe ante esto y luego llega un viejo amigo que es presentado a Cristian como alguien que no pertenece al grupo del que hablaban.
    Francisco se dirige al baño y al salir se encuentra con un doncel que fue su amor de adolescente pero que lo dejó por irse 3n busca de alguien con dinero. Ahora ya sabe que es un Valencia, el heredero millonario y trata de seducirlo, besándolo apasionadamente... Francisco no se resistió y justo llegó Cristián, viendo a su esposo besándose con otro...

    Estúpido Francisco, no detuvo al doncel porque no quiso, porque fuerza no le falta y ahora que estaba logrando cosas con Cristián... tiró todo por la ventana, entre lo que le había dicho la mujer y verlo así con otro doncel, no le será fácil a Cristian perdonar sin sentir que lo humilló a propósito...

    No me gusta lo que le pasó a Ricardo, nadie merece ser tratado así...

    Espero ansiosa tu próxima actualización. No me deja comentar con mi perfil así que te digo que soy Sailor Fighter...
    Muchos cariños y abrazos enormes!

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    1. Holaaaaaa Sailor Fighter, muchas gracias por tu comentario, pues habrá que esperar cuál será la reacción de Francisco ante esta situación inesperada... Cristian por su parte ¿será capaz de reclamar o qué hará? lo veremos en el próximo capítulo y respecto a Ricardo, de acuerdo contingo en que nadie merece ser tratado así, esperemos que Gilberto reciba lo que se merece algún día... saluditos y muy pronto habrá nuevo capítulo ;)

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  3. Que mala onda que francisco se bese con ese. Pobre cris si de por si ya esta atormentado por su matrimonio ahira peor

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    1. ya veremos cómo reacciona Francisco a ese beso y qué consecuencias traerán a su relación con Cristian... saluditos!!!

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  4. Kyaaa que bella conti!!! me encantó! tuvo de todo incluso una zoora que quiere con Francisco
    Pobre de Ricardo, espero que en serio su deuda haya sido saldada y pueda vivir en paz con su amado
    Francisco tarado!! cómo te atreves a dejarte besar por esa zorra?! espero tengas una muy buena explicación para Cristian Ò_Ó
    Nooo lo dejaste en una parte muy interesante, extraño cuando podías actualizar una vez a la semana, pero entiendo que no puede ser lo mismo, en serio amo tus historias, esperaré súper ansiosa por más, cuídate mucho, hasta pronto!!!

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  5. Por fis actualiza, amo tus novelas ����

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  6. Quedoooo en la mejor parteeeeee por fis actualiza!!!!

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  7. Por favor actualiza quiero saber que pasa😭😭

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  8. Pero se ha tardado mucho en actualizar, tan interesante que está la historia. Pienso que el pobre Cristian vive en un calvario desde el inicio, al no ser amado por su madre, encima verse envuelto en todo lo que le está ocurriendo aunque creo que mi querido Francisco será su liberación y que lo saqué del mundo tan complejo en el que está sumergido.

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